La ambición de la burguesía gallega arrastró a María Soliña a la tortura de la Santa Inquisición acusada falsamente de brujería, lo que la hizo pasar a la memoria popular gallega como la leyenda de la Soliña
María Soliña -o Soliño-, conocida como la Soliña es un personaje mítico en la memoria colectiva gallega. Acusada falsamente de brujería, fue una de tantas mujeres que hasta la Edad Moderna perecieron bajo terribles torturas y condenas a muerte a manos de la Inquisición, sin lugar a dudas la institución más siniestra de toda la Edad Media y Moderna. El escritor Pemón Bouzas relata la historia de esta mujer en La voz del viento, una de las últimas novedades editoriales de Algaida que mereció el LX Premio de Novela Ateneo Ciudad de Valladolid. La voz del viento también ha sido editado en gallego por la editorial Xerais.
María Soliña,
conocida por el acervo popular como la Soliña, fue una mujer nacida en
Cangas de Morrazo a finales del siglo XVI. Su estatus económico medio
le supuso su arresto por el Santo Oficio, en el declive económico de la
villa, tras los ataques de los piratas turcos a las costas de Galicia.
La crisis económica derivada del saqueo de los turcos llevó a la pequeña
nobleza a arrebatar los derechos de presentación que ostentaban ciertas
familias. Estos derechos consistían en que los sucesores del fundador de una iglesia podían proponer
a su titular cuando quedara vacante, y a su vez participar de los
beneficios que aquella generara. La Santa Inquisición, compuesta
por miembros de la nobleza, comenzó una caza de brujas con la finalidad
de hacerse con estos derechos. Viuda de un importante empresario que la
dejó en una posición económica acomodada, María Soliña tenía los
derechos de presentación en la Colegiata de Cangas de Morrazo y en la
Iglesia de San Cibrán de Aldán, lo que la llevó a ser acusada de
brujería. Para disimular su reprobable propósito, los burgueses y la Inquisición mezclaron algunas
mujeres que sí poseían derechos de presentación con otras que eran pobres de solemnidad. Muchas de ellas se encontraban totalmente
desamparadas, por haber quedado viudas tras los tristes sucesos de 1617. Se basaron para acusarla en los continuos viajes de María por la noche a la playa, al lugar donde su marido y su hermano habían muerto luchando contra los turcos. El mar se habìa llevado los cuerpos sin vida y María Soliña rezaba para que volvieran. María Soliña fue capturada y torturada en Santiago de Compostela hasta que confesó ser bruja desde hacía dos décadas, rondando los sesenta años cuando fue juzgada. Requisaron sus bienes y derechos de presentación y la condenaron a llevar el hábito de penitente por seis meses, pero no se sabe si murió antes o después del castigo, pues no hay acta de defunción. Este último punto ha dado a la imaginación popular las alas necesarias para crear el personaje legendario nunca muerto de la Soliña.
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Título: La voz del viento | Autor: Pemón Bouzas | Editorial: Algaida | 456 págs. | 2014
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